miércoles, 6 de julio de 2011
Leviathan
El domingo ganó la Democracia
Mtro. Alejandro Martínez Serrano
Con esta colaboración damos inicio a la columna semanal Levithán, que tiene como objetivo hacer una análisis y una reflexión sobre los principales temas del escenario internacional de nuestros días.
Este pasado domingo, 3 de julio de 2011, pudimos apreciar un excelente ejemplo de un pueblo que asiste a las urnas para cambiar su gobierno por la vía electoral. Este caso lo tenemos en Tailandia. Una nación del sudeste de Asia, cuyas costas son bañadas en su totalidad por el Golfo que lleva su mismo nombre, con un territorio de 513,120 km2, rodeado de vecinos conflictivos, como es el caso de Camboya, de quien escribiremos en próximas entregas, también tiene frontera con Laos, una de las pocas economías declaradas como socialistas en nuestros días y también comparte fronteras con Myanmar, una nación cuyo régimen es considerado como violador sistemático de los Derechos Humanos.
El Reino de Tailandia tiene sus orígenes en el siglo XIV, su principal característica y de la cual pocas naciones pueden presumirlo, es que nunca ha sido posesión colonial de ninguna potencia extranjera. Ese fenómeno sólo es posible encontrarlo en pocos ejemplos, tal sería el caso de algunas naciones europeas. Fue en 1932, que se convierte esta añeja monarquía al modelo de gobierno más aplicado en la Europa de la primera posguerra, la monarquía constitucional. En este orden de ideas, el Rey Phumiphon Adunyadet, también llamado Bhumibol Adulyadej, quien está en el trono desde el 9 de junio de 1946, es la cabeza del Estado, pero no gobierna a la nación, esta función la realiza el Primer Ministro, quien es el líder del partido que gana la mayoría de los escaños en la Cámara de Representantes (Sapha Phuthaen Ratsadon), que está integrada por 480 escaños, de los cuales 400 miembros de eligen por voto popular y 80 por representación proporcional de acuerdo con listas de partido.
Este domingo fueron convocados a las urnas al menos 42 millones de tailandeses para elegir a los miembros de la Cámara de Representantes de entre los 3,800 candidatos propuestos por 42 partidos políticos. Luego de las encuestas de salida efectuadas el día de la elección y una vez que se conocen los resultados oficiales se confirma que una mujer ocupara por primera ocasión el cargo de Primer Ministra de Esta nación, se trata de una empresaria de 44 años, líder del Puea Thai, que ha ganado 265 escaños, lo que le da el control de la Cámara.
Yingluck Shinawatra, tiene dos grandes problemas. Empecemos con el primero y quizá el más importante es hermana de un importante magnate de las telecomunicaciones que ocupó el cargo de Primer Ministro entre 2001 y 2006 y que está acusado en Tailandia de corrupción; Thaksin Shinawatra, actualmente exiliado en Dubai, asegura que dichas acusaciones tienen motivaciones políticas. Sin embargo, los principales críticos de Yingluck aseguran que la hermana menor de Thaksin ha prometido una serie de reformas populistas similares a las que prometió su hermano y que sólo le permitieron aumentar su fortuna. La duda que queda en el ambiente político tailandés es cuándo la nueva primer ministro hará las gestiones para que regrese a Bangkok su hermano absuelto de los cargos. Si se diera esta situación, lo más probable es que los círculos de palacio real, empresarios y militares, que promovieron el golde de Estado a Thaksin se pondrían en contra de Yingluck y la legitimidad electoral gana este pasado domingo no sería suficiente para desincentivar un eventual ambiente golpista.
El segundo gran problema de la joven Primera ministra electa, es que carece de experiencia política, nada del otro mundo en nuestras naciones subdesarrolladas, pero si una grave amenaza en una nación que ha sufrido inestabilidad política recurrente los últimas décadas y que lo refleja el siguiente dato: 18 golpes exitosos o fallidos desde que se convirtió en una monarquía constitucional en 1932.
Yingluck apuesta a formar un gobierno de coalición con cinco partidos, que controlará 299 de escaños que tiene la Cámara baja; alrededor del 60%. Asimismo, plantea a establecer una política de reconciliación nacional, ya que habría que recordar las violentas manifestaciones ocurridas el año pasado y que fueron reprimidas por las fuerzas armadas. Ejemplo de la división del país lo tenemos en el ámbito y el tono de las protestas los "camisetas rojas" acusan a los ricos de romper la ley con impunidad, una queja latente desde el golpe de 2006, y han pedido el regreso de Thaksin, y las protestas de los llamados “camisas amarillas” que no quieren que regrese este personaje.
Como podemos apreciar el panorama política tailandés no es nada halagüeño, sin embargo, podemos afirmar que ganó la democracia, además, de que una mujer asume funciones de gobierno en otra nación más de Asia.
Preguntas para la reflexión
¿Puede haber democracia electoral con 14 partidos políticos compitiendo?
¿Puede una mujer gobernar en una nación dividida y machista que promueve el comercio sexual como atractivo turístico?
¿Es posible que la relación familiar permita a los políticos sumar votos?
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Buen artículo. Interesante y concreto análisis. En espera del siguiente!
ResponderEliminarGracias x tu opinión Tania
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